martes, 20 de octubre de 2009

RETORCIDOS


El sacerdote Garralda, demostrando quién es
y al lado de quién está.Desde luego,al lado de
Dios no parece.
Estos días se cumplieron los 75 años de la Revolución de Octubre en Asturias, que para los fachas retorcidos fue el preludio de la Guerra Civil, tal cual asevera Pío Mora, Esteban Greciet, Cesar Vidal, Gracia Noriega, Pedro J. Ramírez y algunos otros,entre los que no faltan sacerdotes... Y, a propósito de sacerdotes, ¿su vida es más importante que la de un trabajador del campo o de un minero? Lo pregunto porque, cada vez que hablan de la Revolución o de la Guerra Civil, no hacen más que referir los sacerdotes muertos, aumentando cada vez más el número de víctimas.
Y por si fuera poco, los ponen como angelicales y seráficos seres; pe
ro no dicen que hubo sacerdotes que empuñaban el fusil y disparaban a mansalva contra lo que juzgaran enemigo...¿ Santos...cuyo único delito había sido ser sacerdotes...? ¡Amos, anda!
Por estas fechas se publican cartas, artículos, libros; se dan conferencias, se hacen exposiciones, se diserta en pro y en contra, pero más en contra de la Revolución y a favor de la Guerra Civil.

Dos, a falta de uno.Y tal para cual
que ambos son negadores de la verdad
histórica de España.
Así lo ha hecho con ensañamiento y odio un sacerdote, el de san Nicolás de Bari, de Avilés, el llamado Ángel Garralda, cuyas intervenciones, incluso ante el altar en el que dice rezar y adorar a Dios, más que plegarias son aseveraciones de rencor y odio contra la izquierda lo que lanza; mítines y proclamas, amenazas y sentencias. Y este individuo fechas atrás disertó sobre la Revolución en el foro del periódico La Nueva España, y no quieran ver no oír lo que dijo.

Él y los suyos eran benedictinos, que bendecían a los enemigos, a los que perdonaban y por los que pedían perdón a Dios para ellos...Que buenos son unos y qué malos los otros...
La ofensiva de la mentira contra la realidad histórica está de máxima actualidad. Son perversos en conceptos y en hechos. A diario están sacando del drama que fraguaron y desarrollaron las manos embadurnadas de broza. Y no les importa. Lo airean, lo purifican y, como no hay quien les diga que ya basta de corrupción, siguen corrompiendo la verdad de los hechos con las mentiras de su insistencia pertinaz, constante y desvergonzada.

Los miles y miles de muertos, no solo en la guerra, sino después de la guerra, eso no son nada. Eso como no son ni fueron sacerdotes, no cuentan. Por lo cual, los herederos del caciquismo de ayer, de los privilegiados y los que nunca abrieron un surco para sembrar el trigo del pan que se alimentan, siguen hoy tirando desde la azotea de su poder y de sus puestos privilegiados. Y no precisamente tiran con pasteles, sino con bombas fétidas y el mismo ensañamiento que usaron tantos años, con el franquismo.

Quieren seguir igual e igual siguen, envenenando la vida de estas dos Españas que seguirán siendo en tanto y cuento haya una Iglesia tan violenta y deshumanizada, de la que se alimentan los que mientan ahora y los que mintieron ayer.Los que mintieron siempre y siempre vivieron a expensas de la desgracia de los demás.
Pobre España, qué percales llevas encima.

RETORCIDOS