LA "Y" DE BIMENES Y UN CUERNO

Tras de efectuar un viaje al País Vasco, donde no es oro todo lo que reluce, al regreso me acompañó, como ayudante sin serlo, un mozo de Laviana con el que departí temas y preocupaciones. Resultó que Jacinto del Palo, que así se llama quien retornó de Bilbao en mi compañía, conoce lo más y lo menos del acontecer político y de la vida de los políticos. Y, puestos a razonar, hablamos de carreteras, quedando ambos en que Asturias "ha mejorado la de Dios" en viales, Y hablando y hablando, tocó el turno a la Autovía del Cantábrico, por la que circulábamos, y la desviación que se pretende hacer desde Bimenes al Entrego, obra que lleva algunos años en marcha, pero que no acaba de marchar. O, como se verá, marcha por otro sitio al que en un principio habían previsto.

---¿Usted sabe -- me dice Jacinto--que esa carretera o desviación que se está haciendo de la Autopista del Cantábrico, como si fuera un atajo, a la altura de Bimenes con salida al valle de
Carrocera, en sus estudios topográficos, tenía prevista la salida al valle de Tiraña, en Laviana?
--Ah, no, no sabía nada.
--Pues, si señor.Esa fue la noticia que se dio en su día cuando se estimó conveniente hacer esta desviación de la Autopista del Cantábrico al valle del Nalón...
--Y, ¿entonces, qué pasó?
--Mire, no quiero pensar mal, pero ahí hubo un pucherazo de la hostia. Alguien de San Martín entró a formar parte del Gobierno de Areces, porque, tras ello, la segunda vez que se vuelve a hablar de esta "Y" de Bimenes, ya la referencia de salida se situaba en El Entrego, por el valle de la Hueria de Carrocera.
--Pero eso, si fue así, no deja de ser una jugada, ¿no?
--Por supuesto. Pero como los políticos juegan como juegan y están todos en el ajo, aquí nadie dijo nada. Y así les luce el pelo. Primero, por Carrocera les está saliendo carísima la obra,que, según la prensa, ya acumula un sobrecoste de 15 millones de euros, que son muchos millones de pesetas. Y, además, seguirá originando un alto coste, y un retraso de obra considerable.
---¿ Y es que no hay quien ponga las cosas claras?
--Claras, lo que se dice claras, creo que están. En Laviana el alcalde de entonces, antes había sido consejero de no sé qué del gobierno del Principado, y no se inmutó; no dijo ni pío.Calló la boca como un ahogado. Y mientras tanto, ¡hale! alguien intervino y aprovechó para llevar el agua a su molino, es decir, para que la carretera, sobre puentes, túneles y muros, fuera efectuada por el dicho valle de Carrocera, que les está saliendo por un ojo de la cara.
Y si no fuera así, alguien tendría que hablar claro y alto, y contar por qué, si en un principio la salida estaba prevista en el valle de Tiraña, se cambió por la de Carrocera, el triple de cara
en todas las facetas: económicas, de seguridad, de garantía, de mano de obra, de ingeniería, de seguridad en el momento y en el futuro...O sea, que quien decidió este cambio, tendría que hablar y dejar las cosas claras. O por lo menos, un poco.
--Claras, lo que se dice claras, no estarán, pero se ven bastante bien claras tal y como las expone. Lo que entiendo es que,en fin, chanchullo si hubo con esta desviación de Bimenes.¿O no?
--Chanchullo y gordo. Y, sien embargo, nadie habla del tráfico de influencias.

El caso es que llegamos a Gijón, lugar de mi residencia, y donde me despedí del joven Jacinto del Palo, quien se apresuró a regresar a Laviana en un autobús de no sé qué empresa que sale de la Estación del ALSA. Y como eso fue ayer, hoy, día de Asturias o de Covadonga, aprovecho para contarles este caso o esta historia que no ha de trascender, pero que sí está ahí, subrepticia y evidenciando que todavía falta luz, más luz, para que se vean algunas cosas que suceden y que, aunque sucedan, no debieran de suceder.

Nota. Foto recogida de "La Nueva España"