sábado, 31 de julio de 2010

ASTURIAS, A PESAR DE TODO

Rincón rural de Asturias,
para solaz y disfrute
de quien sufra las penurias
del calor que allá les cute ...

Oiga: usted dirá lo que quiera, que está en su derecho, pero menda le dice que Asturias sigue siendo un paraíso. Usted, que gusta de hablar de España, de viajar y de conocer, no me negará que, según dicen todos los partes meteorológicos, España está en alerta amarilla debido el excesivo calor que padecen muchas regiones del país...menos Asturias y tal vez la llamada Cornisa Cantábrica, donde disfrutamos de un ambiente verdaderamente grato, y tal como hoy, sábado 31 de julio, cubierto de niebla,que los asturianos de verdad dicen borrina.
Aquí sin verso.
Véase la feraz naturaleza de Asturias.

Los montes están vestidos de niebla,espesa, tupida y gruesa. Y no hay Sol que se atreva a pasarla. Y si la pasara, Asturias está llena de cuevas u oquedades que, si no son como la mía, si permiten que la gente se guarezca dentro de ellas del calor que impere. Pero ya digo, aquí, como es un paraíso, no importa ese calor agobiante que padecen en otras regiones.

De modo que estamos disfrutando de un fresco reconfortante, tonificante y digno de celebrar, porque entre otras cosas, por la noche se puede dormir y descansar. Aunque hoy-- o sea, en estos tiempos-- no tiene porque estar nadie cansado, pues los que no son mayores, no tienen trabajo y por tanto no tienen porqué estar cansados. O si están, la mayoría de ellos será por otras razones que se nos escapan al magin.
Peña Santa de Enol
Paraíso Natural,
Asturias es el crisol
de la gloria terrenal

Y es así, Asturias, a pesar de todo, bien merece la pena para disfrutar y recrearse por sus caminos. Por sus pueblos y sus valles; sus bosques y sus ríos y fuentes y praderas, huerias o felgueras, rincones y picachos...y verá usted que Asturias es siempre propicia para disfrutar en todo tiempo. Lo que pasa que los asturianos, algunos, son faltosos, pues teniendo el paraíso en su propia tierra van a buscarlo a otras partes, que siempre es más escaso que el que dejaron atrás y del que nosotros, aunque le extrañe, le instamos a conocer. Y cuando lo conozca, ya me dirá qué opina de la hallado, disfrutado, comido, admirado, y, sin duda, aplaudido...
Y por hoy, basta, que voy a la orilla del sella, a ver a una guapa riosellana, que me espera.
Justificar a ambos lados

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