miércoles, 12 de noviembre de 2008

AQUI ESTABAN BIEN










Quiero decir y digo que aquí estaban bien, en esta cueva para siempre jamás amén, los predicadores de la COPE. Desde el amparador de renegados, el cardenal gallego Rouco Varela, y los propios renegados de su origen,Píos Moas, Federicos Jiménez Losantos, Césares Vidales y otros y otras que, como las féminas de nombre Isabel San Sebastián una y otra Isabel Durán, sin faltarles la compañía de los Pedros Jotas Ramírez, los Alfonsos Ussias y otros que tanto proliferan y abunda en los medios informativos de papel y en los medios audiovisuales, como la autora del libro sobre la reina, Pilar Urbano, la misma Curri Valenzuela, el adusto que elevó a Aznar a las altares a base de mentiras, Urdaci, que podía irse acompañado de aquel que usaba la coletilla de "Así son las cosas y así se las hemos contado," Ernesto Sáenz de Buruaga, que tan riguroso quería ser que nadie le creía una palabra. Y en blanco sobre negro, Sánchez Dragó, que de esnifar coca se ufanó.

Esos y otros estarían bien aquí, esta u otra cueva, no porque sea conocida como la del diablo, porque a diablos nadie les ganaría a ellos, sino porque, al no poder salir, dejarían de salir y de sembrar vientos de maledicencia, al servicio de quienes siguen diciendo que son los buenos españoles, mientras niegan al resto el grado de serlo y, si les niegan ese grado, con más razón (que es sinrazón) les niegan el derecho a vivir en España, a sentirse tan españoles,. cuando menos, como el que más. Como ellos, como esos referidos más arriba, y a otros muchos que se podrían referir, sin olvidarnos de altos gerifaltes de la Iglesia, en la que hay para dar y tomar y aún sobran para muchas otras cuentas.

Y encima, hablan , unos, de la españolidad y, otros, de la religiosidad, mientras miran con ojeriza a quienes están fuera del radio de su acción y de sus doctrinas. Siguen blasonando, engolando la voz y ahuecando el eco, como enviados del cielo para salvar la patria...aunque para ello haya que hacer, como hicieron siempre y más en 1936 y años siguientes: que media España se vaya a freír puñetas, yazca en fosas comunes e ignoradas o sufra --como sufrió- el exilio y la degradación de quienes,en nombre de España, iban "por rutas imperiales, caminando hacia Dios".

La verdad es que no cabe ninguna duda.Sigue habiendo dos Españas. Y lo peor es que la buena, la que escribió la historia a su gusto --y por si fuera poco todo ellos, viene ahora el renegado de su condición Pío Moa y reinventa santos y mártires donde sólo hubo dictadores-- y siempre contra la otra España, a la que degradó al máximo, insultó en todo lo que pudo y negó hasta el extremo de negarle la verdadera razón de ser España, lo cual es para liarse la manta a la cabeza y tirarse al monte para salvar la integridad ya que no pueda salvar el derecho a ser tan española en si misma como lo puede ser esa otra España que dicen acrisolar los que van llevando el palio y los que van bajo él. Los otros españoles, que los lleven los demonios, que allá están bien.

Pues por eso, porque donde hay demonios hay infierno, hay cuevas, hay diablos, aquí en esta cueva que habito, desearía ver en mi compañía a los antes mentados y a otros muchos, como ellos, que también se pueden mentar , y no porque no sean dignos, sino por eso precisamente, porque son dignos de estar en el infierno de esta u otra cueva, para que vean a que lugar echaron y echan a otros españoles...Y, sobre todo, porque nadie mejor que ellos debiera habitar lo que tanto quieren para los demás.

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