Por mi trabajo, por el
que me veo obligado a viajar --ya he dicho que soy conductor de camión o, como dicen los portugueses vehículo longo,-- y solo cuando llego de sábado a casa puedo dedicarle un tiempo a navegar por Internet, a escribir algunas cosas y a leer de y sobre otras.
Seriedad. Aquí
pasa algo.
Para quien anda por la vida, quiérase o no, no puede uno evitar interesarse por la política y, si como ocurre en nuestro país, ello es un caso para andar sobre ascuas, es normal que quiera conocer el tráfago de lo que ocurre, que oiga, algo ocurre, o, si no ocurre, las apariencias es que sí. Y si no, a qué viene que el ex presidente del Gobierno, Aznar, y con él Esperanza Aguirre, la admirable voz de Josemari, lance sus anatemas, en plan deportivo, y , aunque aborrezca José Luis Rodríguez Zapatero hasta la saciedad, no puede disimular que no se libra de su saña ni siquiera Mariano Rajoy, puesto por el propio Aznar para presidente del PP y candidato a la jefatura del Estado...
¡Uy, que coño! La jefatura del Estado se decía en tiempos de Franco;
ahora debe decirse presidente del Gobierno, cosa que trae a mal traer a todo el PP, que quiere alcanzar esa meta a toda costa y, como no es ni debe ser cosa fácil, sobre todo cuando uno no tiene suficiente credibilidad, pues hasta se tiran piedras al propio tejado. Y así, fíjense ustedes, se oye a don José María Aznar despotricar contra Rajoy,al que acusa de no "salir a ganar", como en el fútbol, sin darse cuenta que,en ese partido también juegan los rivales...
Ni sonriendo tan así
me gusta Espenzaa mí
Así que don Josemari, habla de Rajoy, al que cuestiona, y aunque no le nombre le acusa de nulidad manifiesta. Esperanza Aguirre, que está donde está gracias al transfuguismo de dos socialistas, vendidos al PP, no pierde ocasión para, además de decir que no es franquista, lanzar sus dardos bien dirigidos contra su rival Rajoy, como si fueran de partido distinto.
Pero hay más. Rajoy, (don Mariano) desde Galicia, su tierra, también disparó sus flechas más o menos envenenadas de vitriolo contra el presidente de GEES, don Josemari, para demostrar que donde las dan también deben tomarlas. O sea, que los impolutos del PP, andan a la greña.
No, que va; todavía hay más. Porque, no faltó la secretaria del PP, De Cospedal, para salir y exponer sus argumentos dialectales, pero dirigidos a aquellos que critican, del propio partido, sin a atreverse a dar la cara. Y todavía quedan más, no se sabe si con os ojos tapados y disparando en todas direcciones o, con los ojos abiertos, pero ahí está otro jefe más, Esteban González Pons, que no fue menos en la cuestión de zurrar detrás de la empalizada del si pero no; hablar sin nombrar, referir pero usando lenguaje velado...
Hay más todavía. Hay otros más que también andan entre tirios y troyanos, o entre Pinto y Valdemoro, o entre Sodoma y Gomorra y no de Pascuas a Ramos, sino apuntando que "el enemigo está en casa", que donde menos se piensa salta la liebre y aquí, por lo que vemos, está todo dios a la que salta.Saltan como las brasas, y como las brasas echan chispas.
Por lo tanto y lamentando decirlo, estoy pensando en abstenerme y no seguir votando a este PP que parece que no sabe por dónde anda. Y anda dando qué decir. Pero no para bien, sino para lo contrario.
que me veo obligado a viajar --ya he dicho que soy conductor de camión o, como dicen los portugueses vehículo longo,-- y solo cuando llego de sábado a casa puedo dedicarle un tiempo a navegar por Internet, a escribir algunas cosas y a leer de y sobre otras.Seriedad. Aquí
pasa algo.
Para quien anda por la vida, quiérase o no, no puede uno evitar interesarse por la política y, si como ocurre en nuestro país, ello es un caso para andar sobre ascuas, es normal que quiera conocer el tráfago de lo que ocurre, que oiga, algo ocurre, o, si no ocurre, las apariencias es que sí. Y si no, a qué viene que el ex presidente del Gobierno, Aznar, y con él Esperanza Aguirre, la admirable voz de Josemari, lance sus anatemas, en plan deportivo, y , aunque aborrezca José Luis Rodríguez Zapatero hasta la saciedad, no puede disimular que no se libra de su saña ni siquiera Mariano Rajoy, puesto por el propio Aznar para presidente del PP y candidato a la jefatura del Estado...
¡Uy, que coño! La jefatura del Estado se decía en tiempos de Franco;
ahora debe decirse presidente del Gobierno, cosa que trae a mal traer a todo el PP, que quiere alcanzar esa meta a toda costa y, como no es ni debe ser cosa fácil, sobre todo cuando uno no tiene suficiente credibilidad, pues hasta se tiran piedras al propio tejado. Y así, fíjense ustedes, se oye a don José María Aznar despotricar contra Rajoy,al que acusa de no "salir a ganar", como en el fútbol, sin darse cuenta que,en ese partido también juegan los rivales...Ni sonriendo tan así
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Así que don Josemari, habla de Rajoy, al que cuestiona, y aunque no le nombre le acusa de nulidad manifiesta. Esperanza Aguirre, que está donde está gracias al transfuguismo de dos socialistas, vendidos al PP, no pierde ocasión para, además de decir que no es franquista, lanzar sus dardos bien dirigidos contra su rival Rajoy, como si fueran de partido distinto.
Pero hay más. Rajoy, (don Mariano) desde Galicia, su tierra, también disparó sus flechas más o menos envenenadas de vitriolo contra el presidente de GEES, don Josemari, para demostrar que donde las dan también deben tomarlas. O sea, que los impolutos del PP, andan a la greña.
No, que va; todavía hay más. Porque, no faltó la secretaria del PP, De Cospedal, para salir y exponer sus argumentos dialectales, pero dirigidos a aquellos que critican, del propio partido, sin a atreverse a dar la cara. Y todavía quedan más, no se sabe si con os ojos tapados y disparando en todas direcciones o, con los ojos abiertos, pero ahí está otro jefe más, Esteban González Pons, que no fue menos en la cuestión de zurrar detrás de la empalizada del si pero no; hablar sin nombrar, referir pero usando lenguaje velado...
Hay más todavía. Hay otros más que también andan entre tirios y troyanos, o entre Pinto y Valdemoro, o entre Sodoma y Gomorra y no de Pascuas a Ramos, sino apuntando que "el enemigo está en casa", que donde menos se piensa salta la liebre y aquí, por lo que vemos, está todo dios a la que salta.Saltan como las brasas, y como las brasas echan chispas.
Por lo tanto y lamentando decirlo, estoy pensando en abstenerme y no seguir votando a este PP que parece que no sabe por dónde anda. Y anda dando qué decir. Pero no para bien, sino para lo contrario.
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