Este es el que, como otros de igual rango y moralidad, se levantó contra la República, a la que habían jurado fidelidad. Este es el que originó miles de muertos y miles de expatriado y exiliados, ancianos, mujeres y niños. Este es el que, vencedor en la Guerra Civil, obligó a trabajar muchas horas de jornada, e incluso horas "para el Estado"; el que impuso Cartilla de Racionamiento hasta 1952 -desde 1939, que dijo que había terminado la guerra- y aún así seguía el hambre pese a tantos cantos gloriosos y bendiciones de la Iglesia, aleluyas e ir bajo palio: este es el que rigió "los destinos de la patria" con mano de hierro, anuló todos los derechos sociales y civiles y, para más escarnio, tenía para su escolta, como si fuera reyezuelo de un emirato, una cohorte de soldados árabes, de capas blancas y rostros negros, este es el que nos dejó, a su, muerte un monarca para que siguiera manteniendo a las españoles atados y bien atados...aunque, a decir verdad, el rey que nos impuso no resultó es seguramente lo que el Caudillo esperaba...
Y mientras sigan estas
imágenes de niños hambrientos, como visión de aquella España nacional-católica, estas secuencias acusadoras y acusativas de lo que brindaba la España del "glorioso, invicto, excelso y heroico y ejemplar defensor de la unidad de España", no habrá modo ni forma de olvidar lo padecido por unos y el daño que hicieron otros. Esto es, que este tan glorificado personaje, mientras los suyos no reconozcan el daño que originó la tragedia que tanto mantuvieron y tanto sostuvieron, no cabe que se les pueda perdonar.Y yo no les perdono. Me perdonarían ellos si yo hubiese hecho lo mismo?...
Estos niños españoles del hambre a cuestas, la miseria y el desdén de los victoriosos patriotas, ¿les perdonarían así como así, por la de buenas?
Mientras siga habiendo estas imágenes, trasunto de la desgracia a que fueron condenados estos y otros niños, no creo que al señor encapotado, con piel en el cuello y sonrisa angélica,se le pueda perdonar todo lo que originó.
Y mientras sigan estas
imágenes de niños hambrientos, como visión de aquella España nacional-católica, estas secuencias acusadoras y acusativas de lo que brindaba la España del "glorioso, invicto, excelso y heroico y ejemplar defensor de la unidad de España", no habrá modo ni forma de olvidar lo padecido por unos y el daño que hicieron otros. Esto es, que este tan glorificado personaje, mientras los suyos no reconozcan el daño que originó la tragedia que tanto mantuvieron y tanto sostuvieron, no cabe que se les pueda perdonar.Y yo no les perdono. Me perdonarían ellos si yo hubiese hecho lo mismo?...Estos niños españoles del hambre a cuestas, la miseria y el desdén de los victoriosos patriotas, ¿les perdonarían así como así, por la de buenas?
Mientras siga habiendo estas imágenes, trasunto de la desgracia a que fueron condenados estos y otros niños, no creo que al señor encapotado, con piel en el cuello y sonrisa angélica,se le pueda perdonar todo lo que originó.
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