jueves, 22 de enero de 2009

EL PP, DE TRAMPA EN TRAMPA

Al regresar de nuestro viaje de trabajo y transporte por carretera, me encuentro conque en el PP las cosas no mejoraron. Aquella unión de que presumían cuando Aznar gobernaba, se ha vuelto, al perder las elecciones, en una jauría de intereses. Dicen que no, pero están unos contra otros. Se mueven subrepticiamente, se sonríen, pero se hacen la jugada unos a otros como pocas veces ha sido visto en la política, incluso española.
Madrid arde de intriga. Y Madrid tiene un alcalde del PP, Gallardón, y una presidenta de la Comunidad también del PP, Esperanza Aguirre, ambos a la greña, aunque digan que no, pero es que sí.Y por si fuera poco, ambos dos con ambiciones poco disimuladas y, por ello, enfrentados. Por si ello no fuese suficiente, en el PP que dicen que lidera Mariano Rajoy, las cosas no están mejor ni siquiera a nivel nacional.Por todas partes surgen controversias. Pero lo que es en Madrid,no tiene nombre. La intriga, el espionaje, la chulesca actitud de algunos de sus cabezas mayores, la mentira que corre y la patraña que urden, hace que ni entre ellos mismos se tengan confianza y respeto.

Como no es nuestro fin el análisis político, porque no vivimos de ello, que allá con su pan se lo coman. Pero no esta demás llenar este espacio con mi criterio particular, viendo lo que le ocurre al partido de los "populares", donde Fraga se mantiene como icono de ancestral sentimiento dictatorial; donde Rajoy dicen que manda, mientras otros dicen que no manda nada; donde la nueva modelo Soraya sólo sabe decir que la crisis en el mundo es cosa de Zapatero y de nadie más; y tanto ella como su compañera en el equipo rajoyano, Cospedal, usan una letanía demasiado manida y demasiada pobre, con lo cual, no irán muy lejos que se diga.

Y entre tanto, ahí está en Madrid una lucha soterrada, poco clara, de unos contra otros y todos en pos de lograr ocupar el estrado más alto y regir los fondos más amplios de Caja Madrid, así como dictaminar qué deben decir y cómo ciertos medios informativos, para que les sigan dorando la píldora de la vanidad y de la egolatría más ramplona y miserable.
O sea, como dice aquél, que en el PP, digan en contrario lo que quieran, no hay ni unidad ni entendimiento ni nada parecido. Los lobos, hambrientos, despellejan incluso a sus congéneres muertes y /o malheridos. ¿Pasa lo mismo en el PP de Madrid? Pues parece que sí.

No hay comentarios: