miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿ESTA EL MUNDO PARA CELEBRACIONES?

A lo largo del tiempo y de los muchos kilómetros que recorro por Europa, no otra cosa que,a la vista de lo que ocurre y se ve de Sur a Norte y de Este a Oeste, cabe hacer que la pregunta con que encabezo este blog.¿Está el mundo para celebraciones? ¿Y España? Porque como español, lo que de veras me preocupa es nuestro país. ¿Y saldremos de la crisis, como otros países?
Porque, por si ustedes no lo saben y si lo saben lo soslayan a propósito, en España se trabaja menos que en otros países. Lo tengo comprobado a menudo, a lo largo de mi recorrido por Alemania, Francia, Holanda,Suiza...Y miren ustedes, hasta la burocracia de España es más ruinosa que la de otros lugares. La española cunde menos y explota más su situación privilegiada. Los burócratas en España son intratables y tiranuelos, por regla general.

Así no es fácil que se salga dela crisis tan pronto como Alemania, a la que Javier Arenas pone de ejemplo para señalar a Zapatero como incompetente. Si aquí se habla de subir los impuestos, Alemania hablaba de bajarlos...y el retorcido líder del PP andaluz dice que aquí hay que bajar los impuestos, hacer como Alemania. Pero Arenas no se da cuenta que el potencial industrial alemán es decenas de veces mayor que el español, y que el nuestro apenas si tiene a qué agarrarse para salir adelante. El turismo, si falla, nos hunde y ello se debe a que el turismo es una industria que, como las veletas, pueden torcer de dirección cuando menos se espera.

Pero en España hay más, mucho más. Que diga la Iglesia cuántos cientos de millones de euros recibe --y todo lo perece poco--del Estado. Es una sangría. Y la Casa Real, lo mismo. Y si hay cerca de cuatro millones de funcionarios que no todos funcionan como debe ser, la consecuencia es fácil de ver.España es un milagro que se sostenga.

Visto así, groso modo, por estas fechas finales de año y las próximas del que llega, además del derroche que se hace en pitanzas y otros festines, no puede eludir la pregunta del principio: ¿Está el mundo para celebraciones?...

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