jueves, 11 de diciembre de 2008

HISTORIADOR Y OTROS CUENTOS

El pasado mes un periódico de Oviedo publicó dos o tres reportajes sobre el historiador Luis Suárez Fernández, el cual no se retracta de su afecto franquista, por lo que --y por eso mismo--encumbra al generalísimo ,del que, además, dice que no había condenado a nadie; que era, además, buena persona, recto sí, pero buena persona...Dijo muchas otras cosas, barbaridades imperdonables, el mencionado historiador sobre Franco, que " no había sido partidario de los alemanes ni de la guerra", y por si fuera poco, todavía aseveró este historiador religioso, que no fue verdad la crueldad de que se le acusaba, " que eso había sido un tópico.

Menudo historiador..Así escribirá la historia. Así será ella. Y así ha de ser, que todavía recordamos cuando años atrás este personaje, apoyaba la idea, la iniciativa de que la reina Isabel de Castilla, la reina católica, la que expulsó de España a los sefarditas, la que se ufanaba de verter sangre enemiga sobre el solar español, para que la Iglesia , con el Vaticano en primer lugar, la canonizasen y elevaren a los altares.

Esta claro que la cultura y la ciencia no siempre están al servicio de la paz, y la concordia, del bien y de los pueblos.La evidencia nos la muestra este referido señor Suárez Fernández,que, creyente y católico, historiador y culto, más que en defender la verdad, defiende su ideario. Como Manuel Fraga Iribarne, que sí,sí, mucho demócrata y mucho cuento, pero, para justificar las barbaridades injustificables del sistema político en que fue ministro, argumento que "barrabasadas las cometieron en los dos bandos"...

¡Mentira!. Las barrabasadas que dice Fraga,cuyo calificativo es más justo llamarles crueldades, crímenes, atrocidades, castigos y persecuciones, se cometieron tras haberse acabado la Guerra. Y tras acabarse la guerra, quien hizo y deshizo fueron los eufóricos vencedores, que lejos de buscar la reconciliación entre los españoles, aumentaron el rencor, la saña y la tragedia sobre media España. Querían acabar con el perro para que se acabara la rabia. Déjense de mentiras los referidos y como ellos, los sacerdotes, que tampoco lo hacen mal a la hora de intervenir, tanto en los rosarios como en los sermones. La derecha, mientras se le hace la boca agua, hablando de España bascula contra la izquierda todo el lodazal que pueda.

Mientras viajo por España, a veces se ve, simplemente con observar de pasada, que la derecha española es más deshumanizada que la izquierda. Miente más. Explota el santo nombre de España como si ellos fuesen los únicos españoles de verdad. Y por creerse eso y hacer ver que lo sienten, les importa poco violentar la vida ajena española. Amenazan, entre rezos y vivas, todo aquello que les desagrade. Igualmente, la Iglesia sataniza todo aquello que no les apoye y todo lo que supongan que les perjudique.

Estoy seguro que yo mismo no tengo salvación ninguna, que estar en pecado mortal por decir estas cosas no tiene arreglo que valga. Ni hay dios que me ampare, ni religión que me proteja ni Cristo que me avale y salve. La misericordia de que hablan los creyentes, por lo menos hasta la fecha, nunca ha sido vista. Las prédicas, aunque sean tan abundante como aquí se ven, no tienen ningún resultado práctico en el perdón en la reconciliación y en la caridad cristiana, que les digo la verdad, por más que lo intento, no acierto a saber de qué ser trata. Tengo para mi que los historiadores como Luis Suárez Fernández o como Pío Moa o como César Vidal y otros muchos, como Ricardo de la Cierva, que están en la plataforma de la derecha, son mucho peores escribiendo historia que la izquierda. Mienten más, y, por tanto, la historia que reflejen, ha de ser menos cierta y más inexacta que la que contaran los demás, salvo error u omisión, si cabe decirlo así.

1 comentario:

aruca dijo...

Es la primera vez que opino aquí,y me gustaría decir que si a tod@s l@s español@s nos dieran la oportunidad de contar nuestra historia,seguramente esos que se dan golpes de pecho,tendrían que disculparse;si he dicho disculparse.
De todo lo que se hizo y que yo recuerdo;de todo el miedo con el que crecí.De las oportunidades que no tuve,y de tantas y tantas cosas que no quiero recordar porque me invade la tristeza y la impotencia.

L@s que hemos nacido en los años 50(yo nací en el 54)sabemos muy bien de que estamos hablando;claro que como hubo algunos privilegiados,pues lo que digamos l@s demás,parece que no se quiera escuchar.