A los efectos referenciales, la llamada cuenca del Nalón se inicia en Langreo, más o menos antes de la existencia de sus poblaciones, que los langreanos dicen distritos y que comienza en Riaño o Villa, donde Langreo concentra los servicios sanitarios de la comarca; la industria y la población--o parte de la población. A partir de aquí, aguas arriba, comienza el valle del Nalón, mención que recibe por ser cuna del río mayor de Asturias, cuya nacencia está en Tarna, y tiene su fenecer en Pravia, la del cantar y la buena música.
La cuenca del Nalón la componen cinco ayuntamientos, citados en sentido contrario al discurrir del río: Langreo, San Martín del Rey Aurelio,Laviana, Sobrescobio y Caso.En Langreo, antaño meta carbonífera de España, su capital era Sama, Sama de Langreo, pero ahora, al darle carácter de urbe conjunta, la capital no se sabe si está o no está en Sama; se sabe que esta parte --distrito, o sea--ha perdido aquel atractivo de los años del 50 y 6o, y La Felguera, que por esos años --antes y posteriores,-- era un distrito inhabitable, ha pasado a ser una zona limpia de polvo y humos; de ser oscura y gris, pasó a ser blanca, abierta y comunicada. Lo que ahora no tiene es aquel famoso Café felguerino, donde antes y después de la guerra, lucieron los buenos tipos y los buenos cantos, bailes y atractivos.
Ciaño, que dista un cacho de La Felguera,es otra localidad--digo distrito- venida a menos. La desaparición de la minería ha dado al traste con la vida de esta parte langreana, donde hubo progreso, desarrollo y futuro...Pero el futuro, aquí como en otras partes de la cuenca, tuvo su vida hasta que llegó la sombra del paro en las minas. Y ahora ya no hay futuro aunque haya mucha más atención y cuidado, limpieza y esmero en los pueblos que antes.
Y de Ciaño al Entrego, con Vindoria limitando ambos municipios. El Entrego, antes conocida como Ciaño Santa Ana- La Obscura, es la parte norte del municipio de San martín como La Felguera lo es de Langreo, y ambas partes crecen al norte, mejoran más que las partes del sur de
ambos concejos, Ciaño y Blimea, respectivamente. Y si de Sama, capital de Langreo menguó, Sotrondio, capital de San Martín, también menguó lo suyo. Esto es, demográficamente hablando.
Y de San Martín a Laviana, un paso, con Barredos como primera localidad lavianesa...aquí, según hemos leído una crónica en la revista Alto Nalón, Laviana perdió terreno en el límite con San Martín o San Martín lo ganó, perdiéndolo Laviana, pues antes el límite de ambos concejos no estaba donde está ahora. O sea, que esta caso puede tener su aquél, si hubiera quien tirara de la cuerda que ata las cosas que nadie sabe quién las ata.
En la capital de Laviana, Pola, un lío, oiga, un lío para poder aparcar. Nuestro anfitrión nos advierte dónde hacerlo. Eso sí, procurando que no me vean con él , pues corro el riesgo de sanción si me vieran, ya que al parecer tiene grandes simpatías entre determinados miembros de un colectivo que, mientras hace la vista gorda con gordas situaciones, a él le procuran poner a caldo porque ha osado publicar las diferencias de tales actuaciones ...que no debieran ser.
Pero son, oiga, y aquí si que no hay más cera que la que arde.
Y tras Pola de Laviana, Sobrescobio, que como Laviana, tienen alcalde nuevo, aunque en ambos casos por motivos bien distintos. de lo que ya contaremos otro día.
La cuenca del Nalón la componen cinco ayuntamientos, citados en sentido contrario al discurrir del río: Langreo, San Martín del Rey Aurelio,Laviana, Sobrescobio y Caso.En Langreo, antaño meta carbonífera de España, su capital era Sama, Sama de Langreo, pero ahora, al darle carácter de urbe conjunta, la capital no se sabe si está o no está en Sama; se sabe que esta parte --distrito, o sea--ha perdido aquel atractivo de los años del 50 y 6o, y La Felguera, que por esos años --antes y posteriores,-- era un distrito inhabitable, ha pasado a ser una zona limpia de polvo y humos; de ser oscura y gris, pasó a ser blanca, abierta y comunicada. Lo que ahora no tiene es aquel famoso Café felguerino, donde antes y después de la guerra, lucieron los buenos tipos y los buenos cantos, bailes y atractivos.
Ciaño, que dista un cacho de La Felguera,es otra localidad--digo distrito- venida a menos. La desaparición de la minería ha dado al traste con la vida de esta parte langreana, donde hubo progreso, desarrollo y futuro...Pero el futuro, aquí como en otras partes de la cuenca, tuvo su vida hasta que llegó la sombra del paro en las minas. Y ahora ya no hay futuro aunque haya mucha más atención y cuidado, limpieza y esmero en los pueblos que antes.
Y de Ciaño al Entrego, con Vindoria limitando ambos municipios. El Entrego, antes conocida como Ciaño Santa Ana- La Obscura, es la parte norte del municipio de San martín como La Felguera lo es de Langreo, y ambas partes crecen al norte, mejoran más que las partes del sur de
ambos concejos, Ciaño y Blimea, respectivamente. Y si de Sama, capital de Langreo menguó, Sotrondio, capital de San Martín, también menguó lo suyo. Esto es, demográficamente hablando.Y de San Martín a Laviana, un paso, con Barredos como primera localidad lavianesa...aquí, según hemos leído una crónica en la revista Alto Nalón, Laviana perdió terreno en el límite con San Martín o San Martín lo ganó, perdiéndolo Laviana, pues antes el límite de ambos concejos no estaba donde está ahora. O sea, que esta caso puede tener su aquél, si hubiera quien tirara de la cuerda que ata las cosas que nadie sabe quién las ata.
En la capital de Laviana, Pola, un lío, oiga, un lío para poder aparcar. Nuestro anfitrión nos advierte dónde hacerlo. Eso sí, procurando que no me vean con él , pues corro el riesgo de sanción si me vieran, ya que al parecer tiene grandes simpatías entre determinados miembros de un colectivo que, mientras hace la vista gorda con gordas situaciones, a él le procuran poner a caldo porque ha osado publicar las diferencias de tales actuaciones ...que no debieran ser.
Pero son, oiga, y aquí si que no hay más cera que la que arde.
Y tras Pola de Laviana, Sobrescobio, que como Laviana, tienen alcalde nuevo, aunque en ambos casos por motivos bien distintos. de lo que ya contaremos otro día.
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