A lo peor, a usted no le resultan macabros los dignos que hemos visto en los frentes de algunas catedrales, tanto 
en Logroño capital como en otras ciudades de La Rioja. En Haro, por ejemplo. Tales signos, eso sí, medio borrados, son aquellos que, tras la Guerra Civil, llenaron todos los templos religiosos de España...¿Que no sabe que leyendas eran? Si, hombre, sí.. Era aquella letanía que la Iglesia bendecía y que, con diversos caracteres tipográficos y diferente cruz, encabezaba con aquello de "Caídos por Dios y por España". Y, bien a cada lado de la cruz a una parte solamente, aparecían diversos nombres, que, aunque hubiese caído en el campo de batalla, allí los situaban como mártires o víctimas de las hordas rojas, eso sí a las que Franco, Franco, Franco había vencido y había librado, por supuesto, a España de un futuro infernal, situándonos a las puertas de la gloria celestial y poco menos que en manos de Dios... Poco menos, ya digo, porque ese don lo tenía el excelentísimo y nobilísimo Francisco Franco, salvador de la patria e invicto Caudillo, generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, que no otro podía haber sido investido a tan altos rangos "por la Gracia de Dios". Y por ser tan elevado su rango y haber sido "caídos por Dios y por España" los que se levantaron contra el Gobierno de la República, legalmente constituido, al salir triunfadores con la ayuda de Hitler y Mussulini, no valía un parque para situar una estela con nombres y rangos; tenía que ser el frente principal de las catedrales e iglesias para que quedase constancia que el triunfo había sido por la gracia de Dios y con la aquiescencia de curas, obispos y cardenales. Aquello fue un martirio que duró muchos años. Y los sacerdotes, en sus rezos, no se olvidaban de pedir por el alma de los caídos por Dios y por España.Había quien al entrar puerta adentro de la iglesia, se santiguaba e igualmente, se santiguaba al pasar por delante de los templos, para demostrar que pedían Dios por el alma de aquellos mártires .. Letras negras, letras y nombres junto a la Cruz, símbolo de tortura vivieron largos años en los frentes de las iglesias.El símbolo era macabro, o, por lo menos, poco grato.Y tan frecuente que todavía se ven templos riojanos con restos de leyendas que recuerdan tiempos y hechos pasados. Y pues que es así, esos que hablan de las heridas cerradas, ¿por qué siguen sosteniendo esas leyendas que hurgan en las entrañas de miles de españoles todavía? La imagen que insertamos, muestra un templo calahorrano donde hemos leído parte de aquellos que cayeron por Dios y por España...
en Logroño capital como en otras ciudades de La Rioja. En Haro, por ejemplo. Tales signos, eso sí, medio borrados, son aquellos que, tras la Guerra Civil, llenaron todos los templos religiosos de España...¿Que no sabe que leyendas eran? Si, hombre, sí.. Era aquella letanía que la Iglesia bendecía y que, con diversos caracteres tipográficos y diferente cruz, encabezaba con aquello de "Caídos por Dios y por España". Y, bien a cada lado de la cruz a una parte solamente, aparecían diversos nombres, que, aunque hubiese caído en el campo de batalla, allí los situaban como mártires o víctimas de las hordas rojas, eso sí a las que Franco, Franco, Franco había vencido y había librado, por supuesto, a España de un futuro infernal, situándonos a las puertas de la gloria celestial y poco menos que en manos de Dios... Poco menos, ya digo, porque ese don lo tenía el excelentísimo y nobilísimo Francisco Franco, salvador de la patria e invicto Caudillo, generalísimo de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, que no otro podía haber sido investido a tan altos rangos "por la Gracia de Dios". Y por ser tan elevado su rango y haber sido "caídos por Dios y por España" los que se levantaron contra el Gobierno de la República, legalmente constituido, al salir triunfadores con la ayuda de Hitler y Mussulini, no valía un parque para situar una estela con nombres y rangos; tenía que ser el frente principal de las catedrales e iglesias para que quedase constancia que el triunfo había sido por la gracia de Dios y con la aquiescencia de curas, obispos y cardenales. Aquello fue un martirio que duró muchos años. Y los sacerdotes, en sus rezos, no se olvidaban de pedir por el alma de los caídos por Dios y por España.Había quien al entrar puerta adentro de la iglesia, se santiguaba e igualmente, se santiguaba al pasar por delante de los templos, para demostrar que pedían Dios por el alma de aquellos mártires .. Letras negras, letras y nombres junto a la Cruz, símbolo de tortura vivieron largos años en los frentes de las iglesias.El símbolo era macabro, o, por lo menos, poco grato.Y tan frecuente que todavía se ven templos riojanos con restos de leyendas que recuerdan tiempos y hechos pasados. Y pues que es así, esos que hablan de las heridas cerradas, ¿por qué siguen sosteniendo esas leyendas que hurgan en las entrañas de miles de españoles todavía? La imagen que insertamos, muestra un templo calahorrano donde hemos leído parte de aquellos que cayeron por Dios y por España...
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